Probablemente sea una de aquellas preguntas que te ronda constantemente por la cabeza si eres un actor dedicado. Y es que hallando la respuesta puede que llegues a comprender de forma más profunda la industria a la que te dedicas y por consiguiente, tu profesión.
Pongamos que el Director somos nosotros mismos, una noche cualquiera, en una discoteca o fiesta. Nos consideramos agradables, interesantes y tenemos muy claro cuál es el patrón que andamos buscando. Esta noche hemos decidido salir a tomar una copa a una discoteca con la intención de conocer a alguien. Al llegar a la discoteca nos topamos con un centenar de personas, un centenar de posibilidades. Pero nosotros venimos buscando algo muy particular, queremos alguien diferente, fresco, que nos sorprenda, con magnetismo físico suficiente para atraernos, alguien interesante, seguro de si mismo y de su identidad, y alguien con cierta experiencia que nos asegure una cierta madurez, en definitiva, buscamos PERSONALIDAD.
Sin embargo más del 80% de la personas que están en la fiesta son copias exactas con pequeñas alteraciones o diferencias y eso es todo lo contrario a PERSONALIDAD, por tanto ese 80% queda eliminado de nuestro rango visual. Del 20% restante hay un gran grupo de personas bastante interesantes, nos acercamos a hablar con ellos y vemos que tienen una personalidad arrolladora, no obstante, carecen de experiencia suficiente o no son exactamente lo que andamos buscando. Vamos a la barra decepcionados pensando que nunca encontraremos a nuestro “chico/a ideal”. De pronto vemos a alguien muy especial, decidido, nos acercamos y empezamos a hablar con ese persona. Es simpática, genuina y encaja en lo que andamos buscando. Ya la tenemos!
Esta pequeña analogía sirve para comprender que la respuesta no está muy alejada de nuestra realidad. Lo que un director busca en un actor para decidirse a darle una oportunidad es confianza en sí mismo, consciencia de la valía de su identidad y dedicación en su profesión. El director necesita estar seguro de que la propuesta que tiene delante no le va a fallar, hay mucho de por medio. Y es trabajo del actor demostrarle que está preparado para cargar con la propuesta.
Para ser una propuesta potencial e interesante dentro del gran colectivo actoral y así poder dar al director lo que viene buscando, es crucial desarrollar varias cuestiones:
- Desarrollar cuál será nuestra Identidad Actoral, analizando nuestro producto estrella, plasmándolo en una página web funcional y haciéndonos cada vez más visibles.
- Generar un Videobook que defienda nuestra Identidad con uñas y dientes, diseñando nuestras escenas con precisión y acorde a lo que actualmente es tendencia, con un acabado “realmente” profesional.
- Adquirir experiencia para no fallar el gran día, trabajando en cortos, probando y fallando veremos qué es lo que nos funciona, qué llega más y menos al espectador y aprenderemos a movernos como pez en el agua en los rodajes. La experiencia cuenta y mucho.
- Tener hambre por cumplir nuestros objetivos y mirar a nuestros sueños directamente a los ojos.
Es una carrera de fondo, dónde las prisas son malas consejeras. Es vital que tengas muy claro que quieres dedicar tu vida a esto porque te lo plantearás mas veces de las que piensas.
Gil Parrondo, “Si la gente está pendiente del desconchón de una de las columnas del decorado es que los personajes no están funcionando. Lo más importante son los actores y actrices, más que el decorado, que la fotografía o cualquier otra cosa de la película”.
Gil Parrondo, decorador
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